Vamos a comenzar mencionando que existen dos tipos de personas en el mundo a grandes rasgos. Por un lado está el”Dirigente” o el que dirige y por el lado el “Dirigido” o “Seguidor”. No queda mucho por decir aquí. O somos líderes que dirigen personas o nos dirigen a nosotros; esto va tanto en política como en el ambiente laboral; social o familiar.
Los 11 secretos para ser un buen líder:
1 – Valor inquebrantable:
Un buen líder se debe conocer lo suficiente no solo de manera personal sino también en el área o rol que desempeña. Nada quiere ser liderado por alguien a quien le falta valor o confianza en sí mismo; no hay seguidores inteligentes que puedan ser dominados mucho tiempo por este tipo de líder.
Por ejemplo pensemos en un equipo de fútbol donde su director técnico no tenga confianza no solo en sí mismo como director del equipo; sino también en su gestión en las estrategias y motivación del equipo. Eso a la larga se transmite y el equipo comenzará a detectar esto.
2 – Autodominio:
Un hombre que no puede dominarse a si mismo jamás podrá dominar a otros. El autodominio es justamente un ejemplo para las personas; que aparte se identificarán (para eso sirve un líder en gran medida) y tratarán de emularlo. Un líder sin autodominio es justamente un mal ejemplo a seguir.
Un ejemplo de esto sería ir a alcohólicos anónimos y que el encargado del grupo sea un borracho. Parece un ejemplo tonto; pero muchas veces en nuestros trabajos o en la vida nos encontraremos con personas que quieren ser líderes pero que no tienen un dominio propio y terminan haciendo lo contrario a lo que dicen.
3 – Profundo sentido de justicia:
Napoleón Hill dice: “Sin sentido de nobleza y de justicia ningún líder puede influir en sus seguidores ni ser respetado por ellos”
En la entrada anterior mencioné que hace tiempo tenía un jefe que no solo no reconocía mis trabajos; sino que también se acreditaba públicamente como el autor de los mismos. Esa persona podía tener todos los rasgos de un líder, pero ese pequeño detalle; esa falta de nobleza hacía que muchos de sus empleados estén incómodos con el ambiente de trabajo.
4 – Decisión:
Un hombre que dude de sus decisiones está demostrando que no está seguro de sí mismo; de esta forma no puede dirigir con éxito.
Qué ejemplo más simple que un coronel en medio de una guerra. Imaginen que vienen el pelotón y le preguntan si atacan o no; el coronel contesta dudosamente con una pregunta: “¿Ustedes qué creen que deberíamos hacer?”. Es bien simple… un líder que duda; no es un líder y ya verán más adelante el por qué; cometa o no un error.
5 – El líder exitoso debe planear su trabajo y trabajar su plan:
Un líder que actúa solamente por intuición a la larga es como un barco que no tiene timón. Va a parar en cualquier puerto. Un buen líder debe armar planes y seguirlos.
Nuevamente tomemos como ejemplo un coronel planeando una estrategia de ataque. En medio de una guerra no se puede actuar por intuición; se debe planear una estrategia; elaborar un plan y luego seguirlo para asegurar el éxito.
6 – Trabajar más que los demás:
Un aspecto clave de un buen líder es justamente el tener una buena voluntad y hacer más de lo que exige a sus seguidores. Caso contrario no está demostrando un buen sentido de liderazgo; sino más bien una suerte de manipulación.
Volvamos a hablar de la guerra; pero varios años atrás cuando se andaba a caballo todavía. Seguramente vieron en las películas de época que el líder iba con su caballo blanco delante de todo; primero y dispuesto a recibir el primer golpe del enemigo. Ser primero en una guerra es muy diferente a estar al final.
7 – Personalidad agradable:
No queda mucho que decir; las personas carismáticas; genuinas; que tienen una personalidad agradable tienden a mejorar el sentido de liderazgo. En este aspecto conozco muchas personas que tienen una personalidad magnética y son tratados como líderes por su forma de ser aunque les falte una o varias cualidades.
Me pasó alguna vez en la vida; ser tomado como un líder en algún momento sobre algo que no tenía o no debía liderar; pero muchas veces por la personalidad las personas se siente atraídas y a gusto con tener al mando a alguien así. Obviamente hay que saber dar marcha atrás y dejar bien en claro que en ese momento uno no puede tomar ese tipo de acciones. En esa época me faltaba demasiado por aprender sobre liderazgo.
8 – Simpatía y comprensión:
Un buen líder debe ser simpático con sus seguidores; capaz de comprenderlos, tanto a ellos como a sus problemas.
Esto es tan simple como comprender que estamos a cargo de un grupo humano. Cuando lideramos no manejamos recursos humanos; sinceramente el concepto “Recursos Humanos” no me gusta; un recurso puede ser financiero; tecnológico o lo que uno quiera; pero cuando está rodeado de personas… son personas y punto. Un buen líder debe comprenderlas y también a sus problemas.
El mejor recuerdo que tengo es de la época de colegio; siempre se armaban torneos de fútbol y existían muchos equipos; pero siempre quedaban afuera de ellos un grupo de chicos que por no ser populares o por otras razones no eran integrados. Un día simplemente para probar armé un equipo con estos chicos; se llama “Los descomplejados mentales” era el equipo del cual medio colegio se reía. Se rieron tanto que llegamos a la final pero perdimos; aunque lo importante fue que en ese equipo se comprendían a las personas y sus problemas… y para mi fue todo un honor jugar junto a ellos!!!
9 – Maestría en el detalle:
Simplemente ser un maestro en el arte de ser detallista. Un buen líder debe ver desde el aspecto mínimo hasta el más avanzado tratando de que nada quede afuera.
Con esto me viene a la cabeza hace poco un documental que vi con mi hermano sobre el mantenimiento de un portaviones; la persona con el mayor puesto dentro del mismo (eran unas 1500) no solo se encargaba de hablar día a día con casi todos los que allí estaban; sino que también se preocupaba de examinar todos los detalles del portaaviones (que le tomaba una semana).Este hombre era un ejemplo a seguir por su tripulación y así actuaban ellos.
10 – Voluntad y deseo de asumir plena responsabilidad:
Un líder de éxito debe desear asumir la responsabilidad por lo que respecta a las equivocaciones o negligencias de sus seguidores. Si trata de evitar esta responsabilidad es casi seguro que su puesto durará muy poco. Cuando un seguidor comete un error, es el buen líder el que siente que cometió ese error.
No conozco muchos casos sobre este tema o mejor dicho no me viene a la cabeza ninguno. Es complicado encontrar un líder que se haga cargo de los errores de sus seguidores; sucede que en los tiempos de hoy en día esto es complicado. Pero seguramente cada uno de ustedes tendrán presente alguna situación donde el líder se hace cargo de los errores de sus seguidores; a la larga significa que el líder no ha realizado un buen trabajo.
11 – Cooperación:
El líder exitoso comprende y aplica el principio del esfuerzo de cooperación y es capaz de inducir a sus seguidores a que hagan lo mismo.
Simplemente consiste en saber cooperar con los demás y lograr que los demás comprendan esto para aplicarlo en sus acciones.
No queda mucho por decir aquí; el líder es parte de un todo que debe saber hacer funcionar; y a su vez transmitir ese mensaje a los demás para que exista una sinergia de trabajo entre todos.
Bueno hasta aquí tenemos los 11 secretos para ser un buen líder; obviamente existen muchas cosas más que complementan a serlo, sin embargo los líderes tienen usualmente estos puntos en común.
Pero llegó el momento de descubrir los 10 secretos o mejor dicho los 10 errores que hacen que una persona NO sea un buen líder y que describo a continuación:
1 – Falta de capacidad para organizar detalles:
Todo buen líder debe saber organizar y dominar todo tipo de detalles; esto se habló más arriba justamente. Aquella persona que no pueda lograr esto; tiene un punto más en la columna de “No soy un buen líder”.
Cuando un líder se presenta como demasiado ocupado para atender a planes o emergencias está admitiendo también su falta de eficiencia. Por supuesto que todo esto significa también tener la capacidad de poder traspasar los detalles a ayudantes competentes.
2 – Poca voluntad de prestar un servicio humilde:
Un buen líder simplemente debe ser capaz de ejecutar cualquier tipo de trabajo que exigiría a otro. Algo tan simple como comprender que el buen líder no solamente es un ejemplo a seguir; sino que también es fuente de conocimientos a adquirir por otros.
3 – Espera una recompensa por lo que saben en lugar de “lo que hacen con lo que saben”:
Es muy simple, un buen líder no se lo considera tal por lo que sabe; sino más bien por lo que hace con lo que sabe. El mundo está lleno de personas totalmente inteligentes y llenas de conocimientos; pero aquellos líderes verdaderos son los que fueron capaces de utilizar todos esos conocimientos y hacer algo con ellos.
4 – Temor a la competencia de los seguidores:
Un líder que tema que en algún momento alguno de sus seguidores pueda ocupar su cargo, tiene por seguro que esto sucederá en algún momento. Un buen líder justamente sabe aumentar la eficiencia de los demás para inducirlos a rendir más; sin tener miedo de que generar eso se convierta en un peligro. Caso contrario no estaría realizando bien su función de líder.
5 – Falta de imaginación:
Sin ella todo líder es incapaz de generar planes de acción o hacer frente a las emergencias que puedan guiar de forma eficaz a los seguidores. Justamente en momentos así, todos los ojos van a parar al líder quien debe saber reaccionar de forma correcta para hacer frente a cualquier problema.
6 – Egoísmo:
Un líder que reclame para sí mismo todos los honores del trabajo de sus seguidores, puede estar seguro que en algún momento se encontrará con un resentimiento constante por parte de ellos. Cuando alguien sigue a un líder lo hace porque se siente identificado con el mismo; con su forma de pensar y actuar, por lo tanto actuar egoístamente significa romper ese eslabón importante en la cadena de cualquier liderazgo.
7 – Intemperancia:
Esto significa que aquel líder que rompa el temperamento por cualquier razón termina generando un descontento en los demás. A nadie le gusta la gente sumamente ansiosa; que pierde de nada el temperamento o que sofoca a las personas. Simplemente para ser un buen líder hay que controlar demasiado bien esto.
8 – Deslealtad:
Cualquier líder que no sea fiel a la confianza que depositan en él sus seguidores, no va a durar mucho como líder. Retomamos con esto el sentido que las personas que sigue a cualquier líder lo hacen porque se siente identificadas con él; por lo tanto ser desleal es uno de los principales motivos por el cual muchos líderes dejaron de serlo.
9 – Énfasis de la autoridad del liderazgo:
Cual buen líder sabe estimular e inducir a las personas a ser más eficaces en lugar de estar inyectándole temor a los mismos. Cualquier líder que use su posición y abuse de la misma por medió del énfasis de su autoridad, está dejando de ser líder para convertirse en dictador.
10 – Énfasis en el título:
Un líder competente no requiere ningún título que le gane el respeto de sus seguidores. Aquella persona que siempre recalca de sobremanera esto es porque no tiene mucho más por decir. Las puertas de un buen líder están siempre abiertas a todos sin necesidad exigir que las personas se pongan a su altura.
Entonces hasta aquí hemos visto los 11 secretos para ser un buen líder y 10 para no serlo; que Napoleón Hill comenta en su libro “Piense y hágase rico”. Recomiendo este libro que considero algo denso en un principio pero llegando al punto medio tiene muchas cosas interesantes que rescatar. De todos modos en próximas entradas del blog comentaré otros puntos importantes que encontré en el libro y me gustaría compartir con todos ustedes
Nos Vemos en la IXo Cima.............

Caminar la senda del liderazgo, tener inquietudes y estar dispuestos a apostar todo para lograr nuestras metas, obviamente requiere pagar un precio. La pregunta constante será estás dispuesto a hacerlo? sabiendo que la recompensa es más grande de lo que imaginamos?. Si así es, pues recorramos juntos este camino.
jueves, 7 de octubre de 2010
miércoles, 6 de octubre de 2010
La Extraordinaria Metáfora "La Vaca"
La historia cuenta que un viejo maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos que la vida de conformismo y mediocridad no permite superar los obstáculos que impiden triunfar.
Para impartir su lección al joven, el maestro decidió que aquella tarde visitaran juntos algunos de los parajes más pobres de la provincia. Después de caminar un largo rato encontraron el vecindario más triste y desolador de la comarca y se dispusieron a buscar la más humilde de todas las viviendas.
En una casucha a medio derrumbarse de apenas seis metros cuadrados vivían ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos todos se las arreglaban para acomodarse de cualquier manera en aquel reducido espacio.
Sus ropas viejas y remendadas, y la suciedad y el mal olor que envolvía a sus cuerpos, eran la mejor prueba de la profunda miseria que ahí reinaba.
Curiosamente, en medio de este estado de penuria y pobreza total, la familia contaba con una sola posesión, extraordinaria bajo tales circunstancias, una vaca.. una flacuchenta vaca cuya escasa leche proveía a la familia un poco de alimento para sobrevivir.
Y allí, el maestro y su discípulo pasaron la noche. Al día siguiente, muy temprano, asegurándose de no despertar a nadie, el anciano maestro le dijo en voz baja a su discípulo: "Es hora de que aprendas la lección que nos trajo a estos parajes".
Ante la incrédula mirada del joven, y sin que éste pudiera hacer algo para evitarlo, súbitamente el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y de un solo tajo degolló a la pobre vaca que se encontraba atada en la puerta de la vivienda.
¿Qué has hecho maestro? - dijo el joven susurrando para no despertar a la familia. ¿Qué lección es ésta que deja a una familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esa pobre vaca que era su única posesión?
Un año más tarde los dos hombres decidieron pasar por aquel paraje para ver qué había ocurrido con la familia. Buscaron en vano la humilde vivienda, pero donde se encontraba la ruinosa casucha ahora se levantaba una casa grande. Se detuvieron por un momento para observarla a distancia, cual sería su sorpresa cuando, del interior de la casa, vieron salir al mismo hombre que un año atrás les había dado posada. Sin embargo, su aspecto era totalmente distinto. Sus ojos brillaban, vestía ropas limpias, iba aseado y su amplia sonrisa mostraba que algo significativo había sucedido.
Rápidamente se dispusieron a saludarlo para averiguar qué había ocasionado tal cambio en la vida de esta familia. El hombre que ignoraba que el joven y su maestro habían sido los causantes de la muerte de la vaca les contó cómo, casualmente el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su escasa fortuna, había degollado salvajemente al pobre animal.
Por mucho tiempo, la leche que producía la vaca había sido su única fuente de sustento. Más aún, poseer este animal les había ganado el respeto de los vecinos. Sin embargo - continuó el hombre de aquel trágico día, nos dimos cuenta que nuestra propia supervivencia se vería amenazada, entonces decidimos limpiar el patio en la parte de atrás de la casucha..conseguimos algunas semillas y sembramos hortalizas y legumbres para alimentarnos
Pasado algún tiempo, nos dimos cuenta que la improvisada granja producía mucho más de lo que necesitábamos para nuestro sustento, así que comenzamos a venderle algunos vegetales que nos sobraban a nuestros vecinos y con esa ganancia compramos más semillas.
El joven, quien escuchaba atónito la increíble historia, entendió finalmente la lección que su sabio maestro quería enseñarle. La vaca, además de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de conformismo y mediocridad.
Autor. Dr. Camilo Cruz
Conclusión: "Que el verdadero enemigo del éxito no es el fracaso, como muchos piensan, sino el conformismo y la mediocridad".
Quieres un verdadero Cambio!!!!!!!
Para impartir su lección al joven, el maestro decidió que aquella tarde visitaran juntos algunos de los parajes más pobres de la provincia. Después de caminar un largo rato encontraron el vecindario más triste y desolador de la comarca y se dispusieron a buscar la más humilde de todas las viviendas.
En una casucha a medio derrumbarse de apenas seis metros cuadrados vivían ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos todos se las arreglaban para acomodarse de cualquier manera en aquel reducido espacio.
Sus ropas viejas y remendadas, y la suciedad y el mal olor que envolvía a sus cuerpos, eran la mejor prueba de la profunda miseria que ahí reinaba.
Curiosamente, en medio de este estado de penuria y pobreza total, la familia contaba con una sola posesión, extraordinaria bajo tales circunstancias, una vaca.. una flacuchenta vaca cuya escasa leche proveía a la familia un poco de alimento para sobrevivir.
Y allí, el maestro y su discípulo pasaron la noche. Al día siguiente, muy temprano, asegurándose de no despertar a nadie, el anciano maestro le dijo en voz baja a su discípulo: "Es hora de que aprendas la lección que nos trajo a estos parajes".
Ante la incrédula mirada del joven, y sin que éste pudiera hacer algo para evitarlo, súbitamente el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y de un solo tajo degolló a la pobre vaca que se encontraba atada en la puerta de la vivienda.
¿Qué has hecho maestro? - dijo el joven susurrando para no despertar a la familia. ¿Qué lección es ésta que deja a una familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esa pobre vaca que era su única posesión?
Un año más tarde los dos hombres decidieron pasar por aquel paraje para ver qué había ocurrido con la familia. Buscaron en vano la humilde vivienda, pero donde se encontraba la ruinosa casucha ahora se levantaba una casa grande. Se detuvieron por un momento para observarla a distancia, cual sería su sorpresa cuando, del interior de la casa, vieron salir al mismo hombre que un año atrás les había dado posada. Sin embargo, su aspecto era totalmente distinto. Sus ojos brillaban, vestía ropas limpias, iba aseado y su amplia sonrisa mostraba que algo significativo había sucedido.
Rápidamente se dispusieron a saludarlo para averiguar qué había ocasionado tal cambio en la vida de esta familia. El hombre que ignoraba que el joven y su maestro habían sido los causantes de la muerte de la vaca les contó cómo, casualmente el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su escasa fortuna, había degollado salvajemente al pobre animal.
Por mucho tiempo, la leche que producía la vaca había sido su única fuente de sustento. Más aún, poseer este animal les había ganado el respeto de los vecinos. Sin embargo - continuó el hombre de aquel trágico día, nos dimos cuenta que nuestra propia supervivencia se vería amenazada, entonces decidimos limpiar el patio en la parte de atrás de la casucha..conseguimos algunas semillas y sembramos hortalizas y legumbres para alimentarnos
Pasado algún tiempo, nos dimos cuenta que la improvisada granja producía mucho más de lo que necesitábamos para nuestro sustento, así que comenzamos a venderle algunos vegetales que nos sobraban a nuestros vecinos y con esa ganancia compramos más semillas.
El joven, quien escuchaba atónito la increíble historia, entendió finalmente la lección que su sabio maestro quería enseñarle. La vaca, además de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de conformismo y mediocridad.
Autor. Dr. Camilo Cruz
Conclusión: "Que el verdadero enemigo del éxito no es el fracaso, como muchos piensan, sino el conformismo y la mediocridad".
Quieres un verdadero Cambio!!!!!!!
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Iniciando nuestros Proyectos de Vida
Todos tenemos sueños y grandes proyectos para nuestra vida, siempre estamos deseando algo nuevo y queremos mejorar la calidad de nuestra vida.
Para realizarlo, necesitamos de cierta paz mental, paciencia, perseverancia, tiempo, fe y constante esfuerzo. Necesitamos deshacernos de todas las presiones innecesarias que nos invaden a diario que nos desesperan al momento de lograr nuestras metas.
En lineas básicas y sin mucho detalle nos referimos a los siguientes puntos:
Lo primordial: asegurar las necesidades mínimas y básicas que tenemos.
Tenemos que estar seguros de tener una estrategia viable que nos ayude a alcanzar esta paz mental en donde no tenemos que preocuparnos por el pan de cada día y por el techo en que vivimos.
Debemos hacer TODOS LOS SACRIFICIOS necesarios al comienzo de nuestro plan para reunir la mayor cantidad de dinero (MÍNIMO el 10% de todas nuestras entradas) y reducir todos los gastos innecesarios que tenemos para maximizar las ganancias
Debemos estar en constante aprendizaje y monitoreo de nuestras acciones para controlar cada uno de nuestros pensamientos hasta que esto se vuelva algo natural.
Debemos tener fe y creer en nosotros mismos para superar todos los obstáculos en nuestro camino. Recuerda que lo mas difícil siempre es el principio.
Debemos ser lo mas realistas posibles con nuestras expectativas.
Recuerda que lo que se interpone en tu camino hacia el éxito en cualquier cosa que deseas lograr, no son las personas, no es el dinero, no es un mundo injusto pues todas estos son reflejos de tu interior. En pocas palabras el factor determinante de el éxito es
TU MISMO
Para realizarlo, necesitamos de cierta paz mental, paciencia, perseverancia, tiempo, fe y constante esfuerzo. Necesitamos deshacernos de todas las presiones innecesarias que nos invaden a diario que nos desesperan al momento de lograr nuestras metas.
En lineas básicas y sin mucho detalle nos referimos a los siguientes puntos:
Lo primordial: asegurar las necesidades mínimas y básicas que tenemos.
Tenemos que estar seguros de tener una estrategia viable que nos ayude a alcanzar esta paz mental en donde no tenemos que preocuparnos por el pan de cada día y por el techo en que vivimos.
Debemos hacer TODOS LOS SACRIFICIOS necesarios al comienzo de nuestro plan para reunir la mayor cantidad de dinero (MÍNIMO el 10% de todas nuestras entradas) y reducir todos los gastos innecesarios que tenemos para maximizar las ganancias
Debemos estar en constante aprendizaje y monitoreo de nuestras acciones para controlar cada uno de nuestros pensamientos hasta que esto se vuelva algo natural.
Debemos tener fe y creer en nosotros mismos para superar todos los obstáculos en nuestro camino. Recuerda que lo mas difícil siempre es el principio.
Debemos ser lo mas realistas posibles con nuestras expectativas.
Recuerda que lo que se interpone en tu camino hacia el éxito en cualquier cosa que deseas lograr, no son las personas, no es el dinero, no es un mundo injusto pues todas estos son reflejos de tu interior. En pocas palabras el factor determinante de el éxito es
TU MISMO
martes, 21 de septiembre de 2010
La ley de los promedios
LA LEY DE LOS PROMEDIOS
En la aplicación de la ley de promedios en el campo de la venta, es absolutamente necesario determinar el resultado que usted desea. La ley de promedios no sabe el objetivo que usted desea hasta que se toma la decisión. Una vez que se alcance una decisión, la ley entra en la operación de satisfacerla. El número de veces que usted expone una idea sobre un producto o el servicio es el número que determina que tan frecuente la exposición de esa idea le recompensará.
La mayoría de la gente vende su trabajo sobre una base de comisión o por un sueldo. Si usted trabaja sobre una base de comisión, ponga un valor de efectivo definido en cada llamada. Si usted trabaja por un sueldo, ponga una estimación definida del número de llamadas que usted desea hacer para llevar una venta a cabo. Guarde un expediente y mire la ley de promedios funcionar.
En mi propia experiencia, he puesto siempre un valor de $2.00 en cada llamada telefónica . Por lo tanto, si hago 50 llamadas telefónicas en un día, sé que he ganado $100.00.
Usted puede preguntar, “la ley de promedios trabaja con extraños? ¿“El sol conoce a extraños? La ley de promedios no conoce a ningún extraño, y una vez que está en funcionamiento trabaja como un imán. Atrae y dibuja a él la cosa que usted desea. Recuerde la “parábola del Sembrador, confía siempre en la buena semilla”. El valor y la ventaja del producto, o el servicio, y qué significan para el prospecto, es la semilla que usted siembra.
Para exponer las ideas construya un plan de ventas y transmítalas con fe absoluta y certeza a un número dado de prospectos y eso pone la ley de promedios en operación. ¿Son las reacciones a las ideas predecibles? Sí, no hay nada más seguro y predicible que la reacción que usted conseguirá de un número dado de gente cuando usted le presenta cierta idea definida. Una acción positiva consigue siempre una reacción. Esta reacción será favorable o desfavorable. Si es favorable, usted actúa sobre él rápidamente. Si es desfavorable, usted se olvida de él y va inmediatamente por otro.
¿Usted desea mejorar su actual ocupación? Aplique la ley de promedios y puede ser una ventaja definitiva para atraer a su alrededor cualquiera de las situaciones enunciadas. ¿Cómo puede esto ser logrado? Formule las ideas sobre lo que usted desee lograr. Comience a aplicar estas ideas. Persista intentando. Convénzase de que la ley de promedios está trabajando con usted y a través del proceso de eliminación le está ayudando a alcanzar su meta. Por lo tanto, por la persistencia, sus esfuerzos serán coronados con el logro, y lo que usted está buscando se manifestará automáticamente en su experiencia.
En la aplicación de la ley de promedios, esfuércese para ser paciente. Sacudirá las ramas de un manzano con una manzana verde sobre ella, y nada sucederá. Sacudirá las ramas cuando la manzana está madura y la manzana entonces si caerá.
Also remember the grain–”first the blade, then the ear, and then the full grain in the ear.”
“La ley de promedios no puede ser forzada, por cohecho, o acelerada. Cuando se reúnen los requisitos, funciona con precisión. Nada puede forzarla a actuar, y nada puede evitar que actúe.
La ley de promedios le remunerará en proporción con el valor que usted mismo le ha puesto. Si usted exige poco, paga poco. Si usted exige mucho y fija una meta de real mérito, alcanzará siempre su estándar. El viejo refrán dice, “porqué poner una montaña de trabajo, para que apenas produzca un ratón?”
Recuerde el viejo poema de Jesse B. Rittenhouse de la “puerta de sueños” que dice:
Le regateé a la Vida un penique
Y la Vida no me dio más
Por mucho que le imploré a la noche
cuando contaba mis escasos bienes.
Porque la Vida es como un amo justo
Que te dá lo que le pides,
Pero cuando has fijado el precio, debes aguantar la faena.
Trabajé por un salario de jornalero,
Sólo para descubrir perplejo,
Que cualquier paga que hubiera pedido a la Vida
Ésta me la hubiese pagado de buen grado
(esta joyita también figura en Piense y hágase rico de Napoleon Hill, lo recordé, lo busqué y lo transcribí)
Diga a la ley de promedios lo que usted desea. Pídalo, búsquelo, y exíjalo de una manera humilde y sincera–entonces péguese a esa demanda con fe, con persistencia y determinación hasta que usted ha alcanzado su objetivo. Una cadena de ideas pone en operación la ley de promedios que trae los resultados. Una idea puesta como una impresión comienza una a acelerar el proceso de otras ideas, de formar una cadena de influencia, y con la ley de promedios la idea trae eventual éxito.
En la aplicación de la ley de promedios, recuerde que usted no tiene ningún control sobre sus recompensas o la fuente de quienes las recompensas vienen. La recompensa viene de las fuentes más insospechadas y de la manera más inesperada. Como vendedor usted puede sentirse todo radiante pensando que es una venta segura. En la superficie el prospecto no podía fallar. ¿Qué sucede? El prospecto no compra. ¿Por qué? Porque él es humano. La ley de promedios, por otra parte, no puede fallar, y aquel que usted pensó como posible “sospechoso, de comprar” se torna en una venta genuina. Este principio se aplica también a los que busquen un trabajo, un sueldo más grande o una mejora en la ocupación. La recompensa viene de la fuente que usted esperaba como menos posible.
La ley de promedios no es una ley humana, es decir hecha por el hombre. No puede ser cambiada, alterada o ser enmendada. Ningún acto de chicaneo, ningún fraude astuto y ningún arte del engaño pueden forzarla a actuar, o hacerla fallar. Sólo puede ser puesta en acción por medio del pensamiento concentrado. El propósito verdadero de la ley de promedios es darle un plan de acción definido con el reaseguro absoluto de que la aplicación de su capacidad no puede fallar en producir resultados. Este aseguramiento le da la energía y la determinación de continuar.
Ley de promedios en acción. Esta ley no necesita un lugar favorable o un momento favorable para funcionar. Funcionará para cualquier persona, en cualquier momento, o en cualquier lugar. Requiere la concentración y la aplicación y ésto provoca pensamiento acelerado. Muchos pensamientos e ideas constructivos vendrán a usted como usted comience a aplicar la ley de promedios. Su capacidad de expresar estos pensamientos e ideas aumentará conforme como usted la vaya necesitando. Su destreza de aplicar la ley de promedios le dará muchas emociones y muchos cheques. Puede hacerle rico
Hablar gratis es posible REGISTRATE GRATIS
jueves, 16 de septiembre de 2010
Gran parte de lo que somos ahora, es una mezcla de la influencia que muchas personas han tenido sobre nosotros a través de los años.
Capitalizar el poder de la influencia positiva
Cada uno de nosotros debe estar en una constante búsqueda de personas a las que podamos admirar y respetar, gente de la cual podamos tomar patrones de comportamiento para nuestra propia conducta. Gran parte de lo que somos ahora, es una mezcla de la influencia que muchas personas han tenido sobre nosotros a través de los años.
Cuando éramos jóvenes, nuestros ídolos fueron frecuentemente personajes de novelas, estrellas de cine y famosos músicos. Por un tiempo, caminamos, vestimos y hasta tratamos de hablar como nuestros héroes. En la medida en que fuimos madurando, y nuestras personalidades se desarrollaron, nuestra imitación de otras personas se volvió menos aparente, pero la influencia estaba allí de todas maneras. Independientemente de nuestra edad y circunstancias, nunca estamos más allá del alcance de la influencia.
La clave es encontrar seres humanos únicos, cuyas personalidades y logros nos estimulen, fascinen e inspiren para que luchemos, para asimilar sus mejores cualidades.
Los grandes proyectos siempre se construyen a partir de un patrón o diseño. En toda nuestra vida no hay proyecto más grande, que el desarrollo deliberado de nuestras propias vidas. Por eso, cada uno de nosotros necesita un “diseño”, algo o alguien hacia dónde mirar y un patrón qué seguir, si queremos cambiar y progresar.
Todos estamos siendo influenciados por alguien. Y como esta influencia determinará en alguna extensión la dirección de nuestras vidas, es mucho mejor si, deliberadamente, escogemos las personas que vamos a permitir que nos influencien, antes que dejar que el poder de la influencia negativa teja su efecto en nosotros, sin nuestro conocimiento o elección consciente.
Volverse un buen observador
Nunca debemos dejar pasar un día sin encontrar respuestas a una lista de importantes preguntas, tales como:
¿Qué está pasando en nuestra industria?
¿Qué nuevos desafíos está enfrentando nuestro gobierno?
¿Nuestra comunidad? ¿Nuestro vecindario?
¿Cuáles son las innovaciones, las nuevas oportunidades, las nuevas herramientas y técnicas que han aparecido recientemente?
¿Quiénes son las nuevas personalidades que están influenciando el mundo y la opinión local?
Debemos volvernos buenos observadores, para evaluar astutamente todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Todos los eventos nos afectan; y lo que nos afecta imprimirá una huella en lo que seremos y en cómo viviremos un día.
Una de las razones por las cuales las personas no logran tener éxito, es porque siempre están tratando de pasar el día. Un desafío de mayor valor sería tratar de lograr algo del día. Tenemos que ser lo suficientemente sensibles, como para observar y ponderar lo que está pasando a nuestro alrededor. Estar alertas. Estar despiertos. Dejar que la vida nos toque con todos sus sutiles mensajes.
Frecuentemente, las más extraordinarias oportunidades están escondidas, dentro de los que parecerían ser insignificantes eventos de la vida. Si no le ponemos atención a estos eventos, muy fácilmente perderemos las oportunidades.
Aprender a escuchar
En el mundo de hoy es un verdadero desafío ser un buen oyente. Hay muchas voces que llaman su atención, cada una con su mensaje especial, y cada una con su atractivo especial. Una de las mejores formas de tratar con este importante desafío, es desarrollar la habilidad de escuchar selectivamente.
Escuchar selectivamente es como sintonizar la radio para encontrar la estación que más nos gusta. A medida que buscamos la emisora, escuchamos por un segundo o dos, y enseguida, seguimos buscando o nos detenemos, dependiendo de lo que hayamos oído.
Cada vez que una voz llama nuestra atención, debemos detenernos por un momento y ponderar el mensaje. Si el mensaje es superficial o sin contenido, tenemos que disciplinarnos para seguir adelante. Debemos seguir “buscando” y movernos hacia la siguiente voz, de tal manera que el mensaje superficial y sin contenido no nos afecte.
Todas las cosas que escuchamos están siendo grabadas en nuestras computadoras mentales, y formando nuevas conexiones en el cerebro. Podemos escuchar algunas voces por curiosidad, pero si la voz no nos está llevando hacia el logro de nuestras metas, entonces, debemos decidir, con gran prudencia, qué tanto tiempo seguiremos escuchando. Únicamente, cuando hayamos encontrado una fuente de información valiosa, deberemos permitir que ese mensaje nos toque y nos agregue valor.
Uno de los grandes atributos del liderazgo es la comunicación efectiva:
Aprenderemos qué decir después que hayamos aprendido cómo escuchar. El arte de escuchar es una oportunidad para incrementar nuestro conocimiento y nuestros valores. Por otro lado, el proceso de hablar, es el acto de mostrar lo mucho o lo poco que hayamos aprendido.
Primero, debemos dominar el arte de escuchar antes de que nuestras palabras tengan algún valor para otros. La mejor forma de aprender lo que debemos decir a nuestros hijos es escuchándolos. Debemos leer los libros que ellos están leyendo, y familiarizarnos con los mensajes que están recibiendo de diversas fuentes. Escuchar la información que está llegando a nuestros hijos, no solamente incrementará nuestra conciencia sobre sus procesos de decisión, sino que también nos ayudará a hablarles de una manera más efectiva sobre lo que es valioso para ellos.
Leer todos los libros
Todos los libros que necesitaremos para hacernos ricos, saludables, felices, poderosos, sofisticados y exitosos como nosotros queremos, ya han sido escritos.
Personas que provienen de todos los caminos de la vida; personas con las más increíbles experiencias de vida; personas que han pasado de tener centavos a tener fortunas; y del fracaso al éxito, se han tomado el tiempo de escribir sus experiencias, de tal manera, que podamos compartir su riqueza de conocimientos.
Ellos nos ofrecen su sabiduría y experiencia para que nos inspiren y nos instruyan y así podamos corregir o mejorar nuestra filosofía. Su contribución nos permite fijar un nuevo rumbo de navegación basado en sus experiencias. Ellos nos brindan el regalo de sus reflexiones, para que podamos cambiar nuestros planes si es necesario, para evitar los errores que ellos cometieron. Podemos reordenar nuestras vidas basados en su sabio consejo. Todas las reflexiones que podamos necesitar ya han sido escritas.
La pregunta importante es: En los últimos noventa días, con este Tesoro de información que puede mejorar nuestras vidas, nuestras fortunas, nuestras relaciones, nuestra salud, nuestros hijos y nuestras carreras, ¿cuántos libros hemos leído?
¿Por qué somos tan descuidados para leer libros que cambien nuestras vidas?
¿Por qué nos quejamos, pero seguimos sin cambiar?
¿Por qué tantos de nosotros maldecimos el efecto, pero nutrimos la causa?
¿Cómo explicamos el hecho de que solamente el tres por ciento de la población de los Estados Unidos, posea una tarjeta de Biblioteca, una tarjeta que nos da acceso a todas las respuestas del éxito y la felicidad que podamos querer?
Aquellos que desean una mejor vida, no pueden permitirse no leer los libros que podrían tener un impacto importante en el cambio de sus vidas.
El libro que no se lee, es un libro que no ayuda.
¡Y el asunto es que los libros ni siquiera son tan caros! Si una persona piensa que el precio de comprar un libro es muy alto, que espere hasta que tenga que pagar el precio por no comprarlo, espere hasta que reciba la factura por una continua y prolongada ignorancia.
Hay una pequeña diferencia entre alguien que no puede y alguien que no lee. El resultado en ambos casos es la ignorancia. Aquellos que están buscando seriamente su desarrollo personal, deben remover todas las limitaciones auto-impuestas en sus capacidades y hábitos de lectura. Hay una gran cantidad de clases sobre cómo ser un buen lector; y miles de libros en las estanterías de las bibliotecas públicas esperando ser leídos.
Leer es esencial para aquellos que buscan destacarse por encima de lo ordinario. No debemos permitir que nada se interponga entre nosotros y entre ese libro que puede cambiar nuestras vidas. Leer un poco cada día resultará en una valiosa cantidad de información en un corto período de tiempo. Pero si fallamos en buscar el tiempo, si fallamos en seleccionar el libro, si fallamos en la disciplina, será la ignorancia la que se mueva rápidamente a ocupar el espacio que hemos dejado vacío.
Aquellos que buscan una mejor vida, primero deben convertirse en una mejor persona. Deben buscar continuamente la forma de manejar el desarrollo de una filosofía balanceada de vida, y después, vivir de acuerdo con lo que dicta esa filosofía. El hábito de leer es uno de los pasos más importantes en el desarrollo de los cimientos de una filosofía sólida. Es uno de los fundamentos requeridos para obtener éxito y felicidad.
Te invito a recorrer un camino juntos!!!!
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Eres piloto de tu propia vida
Eres el piloto de tu propia vida
“Cuando conduzco el coche, me molesta que quien está junto a mi, me diga que camino tomar, que me detenga o ¡cuidado! Yo soy el conductor. Yo se porque hago lo que hago. Y el conductor es el único que lo sabe. Nunca hago caso de quien quiere decirme como manejar, porque por eso pasan accidentes”.
Escuché que le respondía un hombre a su amiga, cuando esta le platicó que su hija conducía un coche, y le dijo que acelerara para evitar un trailer. Su hija le hizo caso, pero no alcanzó a pasarlo. El trailer se llevó el coche. Afortunadamente viven para contarlo.
Como un rayo, comparé las similitudes que tiene este ejemplo con nuestra vida.
Nuestro coche se llama “vida” y el Ser Supremo ha sido lo suficientemente generoso, como para darnos a cada quien un “coche” propio.
Todos somos los conductores de nuestra propia vida. Desafortunadamente, muchos no asumen esa responsabilidad.
Son conductores miedosos, que les gusta preguntar a cuanto tripulante tienen, que deben hacer.
Y como resultado, tienen accidentes o no están satisfechos con su vida. ¿Por qué siguen escuchando los consejos de otros, cuando no están satisfecho con los resultados?
Simple. Es más fácil culpar a otros de sus fracasos, que ser responsables de sus decisiones.
Es el caso de la chica que le pregunta a la mamá ¿Qué debo estudiar?
O el caso del chico que pregunta ¿Cuál carrera da más dinero?
Porque el precio de seguir los impulsos de tu corazón, de tomar tus propias decisiones, es la posibilidad de fracasar.
Nadie puede esperar tener éxito en lo que le gusta con tan solo unos intentos. La historia está llena de hombres que estuvieron peleando por sus ideas, y que después de fracasos temporales, obtuvieron el éxito.
Aplicaron la persistencia en sus sueños.
La sensación de libertad, de asumir el control del volante de tu vida, te dará una seguridad y energía interior que no tiene precio.
Para un militar, su orgullo son las heridas de guerra. Y para el hombre de negocios, platicar de sus fracasos, antes de alcanzar la cima.
Aunque las derrotas temporales te causen dolor… cuando sean cosa del pasado, te divertirá recordarlas. Le dará más valor a tu éxito.
Detén a esa persona mata pasiones, y no la escuches cuando quiera dirigir el coche de tu vida, a una velocidad diferente a la que tú lo haces.
El no conoce porqué haces lo que haces. No conoce tu vida, como tú la conoces.
El no comprende tus sueños y motivos.
Finalmente, él en sus consejos, proyecta lo que él es. Lo que el hace. Lo que haría en tu lugar. Y si es un mediocre, y le haces caso… vas a acabar siendo un mediocre también.
Observa que las personas que han tenido éxito, primero se escuchan a sí mismas. Fueron tercas en escucharse primero a ellas mismas, antes que a los demás.
¿Que consejo te puedo dar? Hay dos frases que me encantan: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” de Machado, y “Try hard enough” de Malcolm Forbes, esto es: sigue intentando hasta que tengas éxito.
Recordando mi vida, veo que las actividades en que he tenido más éxito, son en las que he aplicado estas dos frases. Y añade otro ingrediente: la esperanza.
En lo que más he tenido éxito, siempre hubo un momento en el que tuve un fracaso tan doloroso, que se abrían ante mi dos caminos: seguir adelante a pesar de que parecía que no lo lograría, o resignarme.
Al tomar el camino de seguir adelante… ¡lo logré! Te confieso que ya no creía en mi. Pero tenía la esperanza de lograrlo. Y la esperanza, transformó en realidad mis sueños.
También, hubo momentos en los que elegí el camino de la resignación. Me excusé ante mi mismo con mil pretextos de porque había fracasado. Pero no dejo de pensar que pude haber elegido la otra vereda y que pude haber tenido éxito.
La esperanza debes mezclarla con la persistencia también. Tu Breve Espacio, es fruto de la esperanza y persistencia combinadas.
La fe en un Ser Supremo también ha sido muy importante para mi. Me ha dado la paz y serenidad necesarias cuando parece que mi mundo se voltea de cabeza.
“Cuando conduzco el coche, me molesta que quien está junto a mi, me diga que camino tomar, que me detenga o ¡cuidado! Yo soy el conductor. Yo se porque hago lo que hago. Y el conductor es el único que lo sabe. Nunca hago caso de quien quiere decirme como manejar, porque por eso pasan accidentes”.
Escuché que le respondía un hombre a su amiga, cuando esta le platicó que su hija conducía un coche, y le dijo que acelerara para evitar un trailer. Su hija le hizo caso, pero no alcanzó a pasarlo. El trailer se llevó el coche. Afortunadamente viven para contarlo.
Como un rayo, comparé las similitudes que tiene este ejemplo con nuestra vida.
Nuestro coche se llama “vida” y el Ser Supremo ha sido lo suficientemente generoso, como para darnos a cada quien un “coche” propio.
Todos somos los conductores de nuestra propia vida. Desafortunadamente, muchos no asumen esa responsabilidad.
Son conductores miedosos, que les gusta preguntar a cuanto tripulante tienen, que deben hacer.
Y como resultado, tienen accidentes o no están satisfechos con su vida. ¿Por qué siguen escuchando los consejos de otros, cuando no están satisfecho con los resultados?
Simple. Es más fácil culpar a otros de sus fracasos, que ser responsables de sus decisiones.
Es el caso de la chica que le pregunta a la mamá ¿Qué debo estudiar?
O el caso del chico que pregunta ¿Cuál carrera da más dinero?
Porque el precio de seguir los impulsos de tu corazón, de tomar tus propias decisiones, es la posibilidad de fracasar.
Nadie puede esperar tener éxito en lo que le gusta con tan solo unos intentos. La historia está llena de hombres que estuvieron peleando por sus ideas, y que después de fracasos temporales, obtuvieron el éxito.
Aplicaron la persistencia en sus sueños.
La sensación de libertad, de asumir el control del volante de tu vida, te dará una seguridad y energía interior que no tiene precio.
Para un militar, su orgullo son las heridas de guerra. Y para el hombre de negocios, platicar de sus fracasos, antes de alcanzar la cima.
Aunque las derrotas temporales te causen dolor… cuando sean cosa del pasado, te divertirá recordarlas. Le dará más valor a tu éxito.
Detén a esa persona mata pasiones, y no la escuches cuando quiera dirigir el coche de tu vida, a una velocidad diferente a la que tú lo haces.
El no conoce porqué haces lo que haces. No conoce tu vida, como tú la conoces.
El no comprende tus sueños y motivos.
Finalmente, él en sus consejos, proyecta lo que él es. Lo que el hace. Lo que haría en tu lugar. Y si es un mediocre, y le haces caso… vas a acabar siendo un mediocre también.
Observa que las personas que han tenido éxito, primero se escuchan a sí mismas. Fueron tercas en escucharse primero a ellas mismas, antes que a los demás.
¿Que consejo te puedo dar? Hay dos frases que me encantan: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” de Machado, y “Try hard enough” de Malcolm Forbes, esto es: sigue intentando hasta que tengas éxito.
Recordando mi vida, veo que las actividades en que he tenido más éxito, son en las que he aplicado estas dos frases. Y añade otro ingrediente: la esperanza.
En lo que más he tenido éxito, siempre hubo un momento en el que tuve un fracaso tan doloroso, que se abrían ante mi dos caminos: seguir adelante a pesar de que parecía que no lo lograría, o resignarme.
Al tomar el camino de seguir adelante… ¡lo logré! Te confieso que ya no creía en mi. Pero tenía la esperanza de lograrlo. Y la esperanza, transformó en realidad mis sueños.
También, hubo momentos en los que elegí el camino de la resignación. Me excusé ante mi mismo con mil pretextos de porque había fracasado. Pero no dejo de pensar que pude haber elegido la otra vereda y que pude haber tenido éxito.
La esperanza debes mezclarla con la persistencia también. Tu Breve Espacio, es fruto de la esperanza y persistencia combinadas.
La fe en un Ser Supremo también ha sido muy importante para mi. Me ha dado la paz y serenidad necesarias cuando parece que mi mundo se voltea de cabeza.
Te invito a que experimentes la emoción de conducir el coche de tu vida. Disfrútalo a tu ritmo, a tu manera ¡Y condúcelo hasta las estrellas!
martes, 14 de septiembre de 2010
¿Porqué Criticamos a Otras Personas?
Dejando de lado por el momento el concepto de “crítica constructiva”, se puede decir que las críticas normalmente son puntos de vista negativos sobre las acciones o dichos de otras personas y peor aún en ocasiones, sobre las propias personas. Si bien puede ser socialmente aceptable criticar acciones o declaraciones equivocadas, lo que resulta muy dañino es lanzar críticas sobre la persona en su conjunto. No obstante las consecuencias negativas de criticar a otras personas, esta es una práctica muy común entre los grupos de personas en diferentes ámbitos de la vida: familiar, laboral, escolar y social. La práctica de criticar a otros ha llegado a tal grado, que actualmente existen muchos programas de radio y televisión cuyo contenido se basa únicamente en criticar, sobre todo a personas famosas. Lo peor de todo es que estos programas manejan niveles de audiencia bastante altos, es decir, las personas disfrutamos al escuchar comentarios negativos contra otros, incluyendo personas a las que admiramos.
Para agradar a otros.
Existen ocasiones en las cuales nos sentimos poco importantes y con el autoestima baja, así que pensamos que hablar mal de otras personas, sobre todo las que no están presentes, nos volverá más interesantes ante nuestros amigos. Es posible que esta estrategia funcione momentáneamente y nos ayude a entretener a algunas personas, sin embargo, nuestra imagen empeorará y nos volveremos menos confiables, ya que nuestros amigos sabrán que cuando no estén presentes probablemente los criticaremos a ellos también.
Porque no estamos agusto con nosotros mismos
Lanzamos la crítica sobre otras personas con el fin de que nuestros propios defectos parezcan menos graves ante los demás y ante nosotros mismos. La critica es la salida negativa a nuestros errores. Al criticar a otros nos mentimos a nosotros mismos diciéndonos que el problema está en otras personas. Cuando criticamos queremos hacer notar que los demás también tienen errores y que son más graves que los nuestros. Normalmente son las personas con vidas más complicadas las que más critican a otros.
Criticamos las cosas que detestamos en nosotros mismos.
¿Te molesta demasiado que alguien sea impuntual, sucio, malhablado, antipático? ¿Y tu que tal estás? ¿Cómo te juzgas cuando cometes las mismas fallas que criticas en los demás? Cuando emitimos algunas críticas, es posible que simplemente estemos reflejando lo que nos molesta de nosotros mismos. Por ejemplo, si te enoja demasiado que alguno de tus hijos no sea bueno en la práctica de un deporte, es muy probable que tu tampoco hayas sido muy bueno en tu niñez en el mismo deporte.
Por celos o envidia.
La envidia y los celos son grandes generadores de críticas sobre otras personas. Sentirnos inferiores a alguien activa un mecanismo de defensa que consiste en rebajar a la otra persona y tratar de aminorar sus cualidades a través de la crítica. Es muy común que en estos casos se magnifiquen pequeñas fallas de la otra persona, que se asuman cosas sin comprobar y que se inventen historias sobre ella y sus comportamientos.
Cuando tenemos celos o envidia podemos reaccionar de las siguientes formas:
Celos o envidia hacia una persona acaudalada.
Nuestra reacción: ¡Lo único que le importa es el dinero pero el dinero no lo es todo!. ¡Quien sabe de donde sacará tanto dinero porque su negocio no parece ir tan bien!
Celos o envidia hacia una persona con apariencia impecable.
Nuestra reacción: Se nota que no tiene otra cosa más que hacer. Si tuviera que trabajar como yo o cuidar a 3 hijos…
Todos estos comentarios que expresamos, en ocasiones no son más que pretextos para justificarnos por no tener el éxito de esa persona, sin darnos cuenta que nadie, absolutamente nadie puede obligarnos a ser exactamente igual que otra persona, ni a tener las mismas metas y objetivos.
¿Cómo dejar de Criticar?
Como todos los demás vicios de los humanos, el hábito de criticar a otros puede ser muy difícil de eliminar si estás demasiado acostumbrado a hablar mal de otros, si las relaciones con tus amigos se basan en esta práctica, o si tu auto estima depende de ello.
Para dejar de criticar es necesario que realices un auto análisis muy profundo para descubrir cuales son las verdaderas razones por las que te ves impulsado a criticar, además de indagar cuales son las “necesidades interiores” que satisfaces cuando criticas, cuales son las carencias interiores, que es lo que te hace falta: aprecio, aceptación, amor, reconocimiento, admiración, etc.
Existen diversas razones por las que las personas adoptamos el hábito de criticar a otros, y paradójicamente, muchas de ellas son derivadas de problemas o debilidades propias, antes que de las personas a las cuales se critica. Algunas de las principales razones por las que criticamos son las siguientes:
Para agradar a otros.
Existen ocasiones en las cuales nos sentimos poco importantes y con el autoestima baja, así que pensamos que hablar mal de otras personas, sobre todo las que no están presentes, nos volverá más interesantes ante nuestros amigos. Es posible que esta estrategia funcione momentáneamente y nos ayude a entretener a algunas personas, sin embargo, nuestra imagen empeorará y nos volveremos menos confiables, ya que nuestros amigos sabrán que cuando no estén presentes probablemente los criticaremos a ellos también.
Porque no estamos agusto con nosotros mismos
Lanzamos la crítica sobre otras personas con el fin de que nuestros propios defectos parezcan menos graves ante los demás y ante nosotros mismos. La critica es la salida negativa a nuestros errores. Al criticar a otros nos mentimos a nosotros mismos diciéndonos que el problema está en otras personas. Cuando criticamos queremos hacer notar que los demás también tienen errores y que son más graves que los nuestros. Normalmente son las personas con vidas más complicadas las que más critican a otros.
Criticamos las cosas que detestamos en nosotros mismos.
¿Te molesta demasiado que alguien sea impuntual, sucio, malhablado, antipático? ¿Y tu que tal estás? ¿Cómo te juzgas cuando cometes las mismas fallas que criticas en los demás? Cuando emitimos algunas críticas, es posible que simplemente estemos reflejando lo que nos molesta de nosotros mismos. Por ejemplo, si te enoja demasiado que alguno de tus hijos no sea bueno en la práctica de un deporte, es muy probable que tu tampoco hayas sido muy bueno en tu niñez en el mismo deporte.
Por celos o envidia.
La envidia y los celos son grandes generadores de críticas sobre otras personas. Sentirnos inferiores a alguien activa un mecanismo de defensa que consiste en rebajar a la otra persona y tratar de aminorar sus cualidades a través de la crítica. Es muy común que en estos casos se magnifiquen pequeñas fallas de la otra persona, que se asuman cosas sin comprobar y que se inventen historias sobre ella y sus comportamientos.
Cuando tenemos celos o envidia podemos reaccionar de las siguientes formas:
Celos o envidia hacia una persona acaudalada.
Nuestra reacción: ¡Lo único que le importa es el dinero pero el dinero no lo es todo!. ¡Quien sabe de donde sacará tanto dinero porque su negocio no parece ir tan bien!
Celos o envidia hacia una persona con apariencia impecable.
Nuestra reacción: Se nota que no tiene otra cosa más que hacer. Si tuviera que trabajar como yo o cuidar a 3 hijos…
Todos estos comentarios que expresamos, en ocasiones no son más que pretextos para justificarnos por no tener el éxito de esa persona, sin darnos cuenta que nadie, absolutamente nadie puede obligarnos a ser exactamente igual que otra persona, ni a tener las mismas metas y objetivos.
¿Cómo dejar de Criticar?
Como todos los demás vicios de los humanos, el hábito de criticar a otros puede ser muy difícil de eliminar si estás demasiado acostumbrado a hablar mal de otros, si las relaciones con tus amigos se basan en esta práctica, o si tu auto estima depende de ello.
Para dejar de criticar es necesario que realices un auto análisis muy profundo para descubrir cuales son las verdaderas razones por las que te ves impulsado a criticar, además de indagar cuales son las “necesidades interiores” que satisfaces cuando criticas, cuales son las carencias interiores, que es lo que te hace falta: aprecio, aceptación, amor, reconocimiento, admiración, etc.
Cualquiera que sea la necesidad personal e interior que encuentres insatisfecha, no esperes a que otros lleguen a satisfacerla. Tu puedes comenzar a darte lo que necesitas, ya sea aprecio o reconocimiento. En la medida en que seas más capaz de aceptarte a ti mismo, más fácil resultará para los demás apreciarte y reconocerte. Una vez que logres encontrar tu propio valor personal, tu necesidad de criticar a otras personas será mucho menor o inexistente.
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